'El título que lleva el libro lo elegí antes incluso de empezar a escribirlo, lo tenía muy claro desde el principio'
José Antonio con su libro "Jesús, del cerebro a la cruz" |
José Antonio Cabezas Vigara es un historiador llerenense. Licenciado en Historia por la Universidad de Sevilla, se especializó en Arqueología, trabajo que estuvo desempeñando durante un tiempo para dedicarse por entero a su página web, “Antrophistoria”, uno de los mayores portales de Internet sobre Historia, Arqueología, Antropología y Arte (cuenta con más de 300.000 seguidores en Facebook).
Ahora, se ha embarcado en una nueva aventura. Acaba de publicar su libro “Jesús, del cerebro a la cruz” tras más de tres años de investigación y redacción, un recorrido por la mente y la historia, sus personajes históricos (más concretamente Jesús de Nazaret) y las conexiones de la mente humana con éstos. Ésto es lo que nos ha contado sobre su obra:
Manuel: ¿Cuándo te surge la idea de escribir este libro?
José Antonio: La idea de escribir este libro me rondaba por la cabeza desde que estaba estudiando la carrera de Historia en la Universidad de Sevilla. Tuve la suerte de ser alumno de Genaro Chic García, uno de esos profesores que dejan huella, que nos facilitó para una asignatura de Historia Antigua un dossier, que comenzaba con textos relacionados con el cerebro como introducción. La idea era simplemente la de hacernos entender que parte de la historia que nos llega hoy es el fruto de una forma de pensamiento de la época que se estudia. Con el tiempo, indagué más en el terreno de la neurociencia y, a la vez, a aplicar estos estudios a la investigación de los Evangelios para intentar llegar a comprender por qué en el siglo I d.C. surge una figura como Jesús, que no era más que un simple artesano de Galilea, y llega a convertirse en una de las figuras más importantes de la Historia.
M.: ¿Por qué has elegido el título de “Jesús, del cerebro a la cruz” para el libro?
J.A.: El título que lleva el libro lo elegí antes incluso de empezar a escribirlo, lo tenía muy claro desde el principio. Lo escogí porque con él se entiende bien lo que quiero transmitir con la obra y es que existen en el cerebro ciertas estructuras que, cuando son estimuladas de forma natural o artificial, pueden generar algunas experiencias espirituales, místicas, religiosas, de trascendencia, etc. que pueden tener relación con el contexto en el que se desarrolla la vida de Jesús de Nazaret y de sus seguidores, que son realmente los que escriben sobre Él. Estas experiencias espirituales, y el mayor uso de unas partes del cerebro sobre otras, pueden estar relacionadas con ciertos esquemas mentales que se conforman en este órgano. Estos esquemas mentales son los que condicionan, de alguna manera, la creación de la cultura de cada pueblo. Y esto es lo que ocurre, como se desarrolla en el libro, en el caso de la cultura del pueblo de Israel, que es la verdadera fuente de la que Jesús bebe para elaborar el discurso de su predicación. O eso, al menos, es lo que se extrae de los textos sagrados si se estudian con detenimiento.
M.: En este libro se relaciona el estudio del cerebro humano con la figura de Jesús de Nazaret, pero ¿cómo enlazas estos dos conceptos?
J.A.: El cerebro, sobre todo en los dos primeros capítulos, tiene mucho peso en el libro, ya que, en un estudio de este tipo, hay que atender al cerebro para saber cómo pensaba la gente del siglo I d.C. Sin embargo, también hay que acudir a los textos y a los restos materiales, y buscar una conexión entre todos estos elementos a través de las disciplinas que los estudian (la neurociencia, la historia y la arqueología). A la neurología se acude para esclarecer los esquemas mentales de los que los diferentes pueblos, en diferentes épocas y de forma inconsciente, se pudieron valer para crear su cultura. A la historia y la arqueología para desentrañar la forma en la que se plasma ese patrón cerebral en los textos y los restos materiales.
No es sencillo, aunque pueda parecerlo, clasificar los textos, los artefactos o las construcciones arquitectónicas de los tiempos de Jesús y relacionarlos, directa o indirectamente, con Su existencia. De la misma forma, tampoco es fácil dar con el modo de pensamiento que originó la forma de elaborar estos elementos, ni la manera de encuadrarlos en el contexto de un canon mental antiguo del que ya quedan pocas evidencias, o del que los rastros que hay ya están bastante alterados por el paso del tiempo. No hay que perder de vista que el cerebro humano evoluciona constantemente y que no siempre se piensa de la misma manera. Aunque no sea sencillo apreciarlo, la mentalidad cambia, se transforma y se desarrolla constantemente gracias a la experiencia humana. Igualmente, si la mente evoluciona, también se modifican los cánones de pensamiento en los que se contextualiza la cultura escrita y material de los diferentes grupos humanos. Con esto quiero decir que el mundo se concibe de forma muy diferente según las diferentes etapas históricas que el historiador trate.
José Antonio con su libro "Jesús, del cerebro a la cruz" |
M.: ¿Qué relación tiene el cerebro con la historia y la arqueología de los tiempos de Jesús?
J.A.: Según mis conclusiones, después de acudir a muchos expertos en la materia, tanto los textos históricos como los restos arqueológicos son fruto de una forma de concebir la realidad, esto es, del propio cerebro humano. Por ejemplo, los judíos que conviven con Jesús construían los denominados miqwaoth, que son unas piscinas para los baños rituales. Estas piscinas tenían que construirse siguiendo unas reglas muy precisas, según lo establecido por su tradición y/o cultura, que lógicamente forman del esquema mental de esta gente.
M.: Entonces, ¿se puede hablar de un esquema mental propio del judaísmo del siglo I d.C.?
J.A.: La verdad es que sí y, además, está muy relacionado con los mitos de la época. Este concepto del canon mental judío, se desarrolla muy bien en los capítulos 2 y 3, en los que se explica la evolución de estos patrones judaicos y cómo éstos se pueden extraer a través de los materiales que nos han llegado hasta hoy. Los lectores van a poder comprobar, según vayan profundizando en el libro, cómo los mitos, de manera totalmente inconsciente, se encargan de explicar cómo se desarrolla la mente humana desde un origen totalmente nebuloso, que puede coincidir con lo narrado en el Génesis, hasta un presente más “definido”. La narración de cada mito, narrada como un suceso verdadero que se encuentra fuera de la temporalidad real, fundamenta lo sucedido en un tiempo anterior, a través de las repeticiones en cada culto.
Puede decirse que la constante reproducción de los mitos favorece la creación de un canon mental que orienta la vida de los pueblos, y que este patrón cerebral se refleja en la vida cotidiana de los individuos.
M.: ¿Es posible seguir el rastro de un esquema cerebral desde los “orígenes de los tiempos” hasta el Israel de los tiempos de Jesús?
J.A.: La verdad es que sí. Se puede buscar este rastro acudiendo a las fuentes escritas (a la Biblia, fundamentalmente) y a la arqueología, pero siempre de una forma crítica y objetiva, dejando las creencias personales a un lado.
Lo interesante del caso de Jesús, es que, en su tiempo, se puede detectar que se produce un choque frontal del esquema cerebral judío de tiempos pretéritos con otras mentalidades, fundamentalmente con la romana. Este hecho tiene unas consecuencias importantes, como el surgimiento de ciertos movimientos mesiánicos minoritarios que alzan la voz contra esta situación. No hay que olvidar que, en el siglo I d.C., el Imperio romano domina la mayor parte del mundo conocido. Controla desde las tierras hispánicas hasta el área sirio-palestina. Su poderío y extensión territorial son tan grandes que llegan a calificar al Mediterráneo como el Mare Nostrum, un mar de la propiedad de Roma. La opresión, tanto del Imperio como de los poderes locales de las tierras sometidas, propicia el alzamiento de muchas voces hostiles contra la situación de ahogo que se vive. Una de estas voces es la de Jesús, como también lo fue, poco antes, la de su maestro Juan el Bautista, que comienzan a predicar la idea de la venida del reino de Dios, a corto plazo, como un tiempo o un espacio idílico para los judíos de la época.
M.: En el libro, ¿qué aspectos de la vida de Jesús destacas?
J.A.: En esta obra analizo la vida de Jesús desde su nacimiento hasta su muerte en la cruz. Para ello, al principio del libro, hago un análisis previo de las fuentes a las que acudo para elaborar este estudio y, del mismo modo, razono brevemente cómo se genera el esquema mental judío del siglo I d.C., acudiendo a especialistas en la materia.
Teniendo claros estos fundamentos, desarrollo con detalle los momentos clave de la existencia del Nazareno, diferenciando entre los referentes del Jesús de Nazaret histórico y el Cristo Celestial, que es una composición posterior de sus seguidores. Así, comienzo con el nacimiento, que posiblemente se produce en una aldehuela llamada Nazaret. Sigo con la infancia, de la que se sabe poco o nada, porque de ella sólo hablan Mateo y Lucas y se contradicen en sus afirmaciones. También trato la época de aprendizaje en las tierras de Galilea. Continúo con la madurez, destacando sobre todo el contacto que mantiene con Juan el Bautista, que es su maestro y de él aprende mucho; y con los hombres y mujeres de su entorno, sus seguidores y seguidoras, destacando a los Apóstoles y a María Magdalena. Trato, además, su etapa como personaje público y como peculiar profeta que obra milagros, exorcismos, sanaciones y resucitaciones. Y termino analizando el motivo del peligroso peregrinaje que hace a Jerusalén, en la época de la Pascua judía; el proceso de muerte y la crucifixión; y, por último, la idea de la resurrección, que es ciertamente el pilar fundamental del surgimiento del cristianismo.
M.: ¿Qué explicación le das a todo el proceso de muerte? ¿Es injusto?
J.A.: Está claro, como todos sabemos por nuestra cultura cristiana, que el proceso de muerte de Jesús es bastante duro e injusto. Pero los romanos no pueden permitir, porque es muy peligroso para ellos, que, en la época de la Pascua judía, cuando a Jerusalén acuden miles de personas en peregrinación, un supuesto mesías judío alce la voz contra el Imperio proclamando el reino de Dios. Hay que entender que para los romanos sólo existe una autoridad suprema que es el Emperador y esta idea del reino de Dios va totalmente contra el símbolo del Imperio. Jesús, por tanto, es condenado a muerte por un delito de lesa majestad contra el Imperio romano, por graves desórdenes públicos (como los altercados que provoca en el templo de Jerusalén, por ejemplo) y por sedición.
A pesar de todo, pienso que la ejecución del Nazareno en la cruz, más que acabar con el proyecto de su vida, que gira en torno esta idea del reino de Dios, lo engrandece; más aún si tenemos en cuenta su “resurrección”.
M.: ¿Qué opinas de la resurrección de Jesús?
J.A.: Con respecto a la idea de la resurrección, coincido en parte con autores como Antonio Piñero, que explican que este hecho, que tiene un carácter claramente sobrenatural y que está muy por encima de las leyes naturales, no pertenece al ámbito de estudio de la historia, sino al de la fe. En este caso, siguiendo a este autor, el historiador poco o nada tiene que decir porque no existen medios para afirmar ni negar el hecho de la resurrección. Pero, ¿se puede explicar desde un punto de vista neurológico…? Esa pregunta no la voy a responder porque quiero que los lectores descubran mi posición en el libro, pero sí adelanto que tiene mucha relación con el cerebro y la forma de entender la realidad de la época.
M.: ¿Qué tiempo te ha llevado escribir un libro como éste?
J.A.: No es fácil saber exactamente cuánto tiempo me ha llevado la investigación, puede que más de tres años, pero lo he redactado en poco más de un año. Quizás, la parte que me ha llevado más tiempo es la relacionada con la neurociencia, porque he querido simplificar los conceptos al máximo y hacerlo inteligibles para cualquier público.
M.: Por último, ¿cómo puede conseguirse el libro?
J.A.: El libro de “Jesús, del cerebro a la cruz” está ya a la venta en Amazon, tanto en formato papel (pasta blanda) como digital. El envío del libro en formato papel es totalmente gratuito.
Entrevista hecha por el Diario HOY
Entrevista hecha por el Diario HOY